TODOS CONTRA MARCEL
Leandro Torchio, 20 octubre 2013....
Desde que comenzó a perfilarse con un programa de gobierno que implica cambios de fondo, de carácter estructural en el sistema y sociedad chilena, Marcel Claude, fue visto por la elite como un peligro que podría y puede encabezar el descontento social y la insatisfacción ciudadana que existe por un sistema injusto, abusivo, que solo favorece a los muy ricos.
En los años de la década del 2000 se comenzó a gestar una serie de movilizaciones de distintos movimientos de protesta, donde la lucha por la educación gratuita y de calidad destaco por su masividad y porque nuevas generaciones, ya no prisioneras de los miedos de las generaciones anteriores, expresan nuevos actos de protesta que ponen en peligro la gobernabilidad del sistema.
Desde que comenzó a perfilarse con un programa de gobierno que implica cambios de fondo, de carácter estructural en el sistema y sociedad chilena, Marcel Claude, fue visto por la elite como un peligro que podría y puede encabezar el descontento social y la insatisfacción ciudadana que existe por un sistema injusto, abusivo, que solo favorece a los muy ricos.
En los años de la década del 2000 se comenzó a gestar una serie de movilizaciones de distintos movimientos de protesta, donde la lucha por la educación gratuita y de calidad destaco por su masividad y porque nuevas generaciones, ya no prisioneras de los miedos de las generaciones anteriores, expresan nuevos actos de protesta que ponen en peligro la gobernabilidad del sistema.
La elite comprendió que tenía que hacer ajustes al modelo o corría el peligro de que las cosas se salieran de un marco aceptable para la elite, que es aliada de las transnacionales y el imperio.
Junto con el recrudecimiento de las protestas, la elite de poder desarrollo sus planes de manejo de crisis, un dispositivo para poder minimizar los riesgos de una ingobernabilidad del sistema. El manejo de crisis, para asegurar la gobernabilidad, va desde la existencia de un demonio interno, hasta la coaptación de sectores populares, pasando por el gatopardismo y acciones de propaganda negra. El manejo de crisis del sistema, no tiene más ética o moral que la de asegurar a toda costa que el sistema pueda seguir dominando a los dominados.
Como Marcel empezó a tomar protagonismo y adhesión de movimiento sociales, vino el manejo más fino del trabajo sucio para desacreditar a un posible líder de la revuelta.
El "ninguneo" es parte de la estrategia, tratar de colocarlo como un candidato "chico", sin posibilidades, testimonial y por otro lado dar en los medios de comunicación todo el protagonismo posible a candidatos que representan la continuidad del sistema o aquellos que de manera mentirosa plantean cambios, que en la práctica son cosméticos, (los cuatro fantásticos).
La exploración de las debilidades de Marcel, que las tiene como todos nosotros, son puestas amplificadamente para desacreditarlo, así se habla de: prepotente, descalificador, cerrado, etc.
Se resalta, lo que es aceptado por los no pensantes de la izquierda, con datos de su vida, conclusiones tergiversadas, como que estuvo de acuerdo con el golpe, que trabajo para la dictadura, que fue concertacionista, etc. Ahora se habla de un posible acuerdo con MEO para bajar la candidatura. La realidad de las mentiras supera la ciencia ficción.
Hay un manejo de crisis general y aspectos más finos en los distintos campos que el dispositivo de crisis considera. Esto nos lleva a la pregunta ¿desde dónde se orquesta la campaña contra Marcel?.
Seguramente hay aspectos transversales en la campaña, pero me parece que el núcleo que elabora y piensa la campaña contra Marcel está alojado en el aparato de inteligencia de la Concertación, que sigue funcionando dentro y fuera de la ANI, a esto se le suma otras capacidades de gente que ve en Marcel un peligro para sus alternativas de "izquierda".
La política es la lucha descarnada por el poder, qué duda cabe, por eso la política es sin llorar. Escribo esto para expresar que la estrategia de construcción del poder popular, no puede y no debe ser ingenua, y que las ideas justas de la revolución que Chile necesita, serán atacadas por todos lados.
La ruptura democrática que Chile necesita, que pasa por una estrategia del voto más movilización social, y que debe tener como centro la construcción de un polo social popular, solo tiene una batalla este 17 noviembre, de la cual saldremos fortalecidos. Luego hay que construir más unidad, caminar a la construcción de una nueva central sindical, asegurar que el movimiento estudiantil mantenga una estrategia de lucha, fortalecer de manera unitaria la FENAPO y muchos desafíos más. El camino de lucha esta iniciado, la ingobernabilidad crecerá hasta que consigamos la sociedad de derechos de la cual habla Marcel y se termine el neoliberalismo. Solo así podremos pensar en otro Chile de verdad con justicia y dignidad.
Junto con el recrudecimiento de las protestas, la elite de poder desarrollo sus planes de manejo de crisis, un dispositivo para poder minimizar los riesgos de una ingobernabilidad del sistema. El manejo de crisis, para asegurar la gobernabilidad, va desde la existencia de un demonio interno, hasta la coaptación de sectores populares, pasando por el gatopardismo y acciones de propaganda negra. El manejo de crisis del sistema, no tiene más ética o moral que la de asegurar a toda costa que el sistema pueda seguir dominando a los dominados.
Como Marcel empezó a tomar protagonismo y adhesión de movimiento sociales, vino el manejo más fino del trabajo sucio para desacreditar a un posible líder de la revuelta.
El "ninguneo" es parte de la estrategia, tratar de colocarlo como un candidato "chico", sin posibilidades, testimonial y por otro lado dar en los medios de comunicación todo el protagonismo posible a candidatos que representan la continuidad del sistema o aquellos que de manera mentirosa plantean cambios, que en la práctica son cosméticos, (los cuatro fantásticos).
La exploración de las debilidades de Marcel, que las tiene como todos nosotros, son puestas amplificadamente para desacreditarlo, así se habla de: prepotente, descalificador, cerrado, etc.
Se resalta, lo que es aceptado por los no pensantes de la izquierda, con datos de su vida, conclusiones tergiversadas, como que estuvo de acuerdo con el golpe, que trabajo para la dictadura, que fue concertacionista, etc. Ahora se habla de un posible acuerdo con MEO para bajar la candidatura. La realidad de las mentiras supera la ciencia ficción.
Hay un manejo de crisis general y aspectos más finos en los distintos campos que el dispositivo de crisis considera. Esto nos lleva a la pregunta ¿desde dónde se orquesta la campaña contra Marcel?.
Seguramente hay aspectos transversales en la campaña, pero me parece que el núcleo que elabora y piensa la campaña contra Marcel está alojado en el aparato de inteligencia de la Concertación, que sigue funcionando dentro y fuera de la ANI, a esto se le suma otras capacidades de gente que ve en Marcel un peligro para sus alternativas de "izquierda".
La política es la lucha descarnada por el poder, qué duda cabe, por eso la política es sin llorar. Escribo esto para expresar que la estrategia de construcción del poder popular, no puede y no debe ser ingenua, y que las ideas justas de la revolución que Chile necesita, serán atacadas por todos lados.
La ruptura democrática que Chile necesita, que pasa por una estrategia del voto más movilización social, y que debe tener como centro la construcción de un polo social popular, solo tiene una batalla este 17 noviembre, de la cual saldremos fortalecidos. Luego hay que construir más unidad, caminar a la construcción de una nueva central sindical, asegurar que el movimiento estudiantil mantenga una estrategia de lucha, fortalecer de manera unitaria la FENAPO y muchos desafíos más. El camino de lucha esta iniciado, la ingobernabilidad crecerá hasta que consigamos la sociedad de derechos de la cual habla Marcel y se termine el neoliberalismo. Solo así podremos pensar en otro Chile de verdad con justicia y dignidad.
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